La palabra de hoy se encuentra en 1 Samuel 5-14:
“5 Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. 6 Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en estrecho (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. 7 Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; pero Saúl permanecía aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando. 8 Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. 9 Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. 10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, 12 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. 13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tú Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 14 Más ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.”
Que Dios te bendiga en esta maravillosa mañana del lunes, como de costumbre le doy las gracias al Padre por su amor y su misericordia.
La amargura nunca es la respuesta correcta de un hijo de Dios, porque ella envenena la mente, las emociones y el espíritu. ¿Cuándo echó raíces esta actitud de resentimiento en el rey Saúl? Veamos dos hechos en su vida que nos ofrecen una pista. Saúl no podía ir a la batalla hasta que el profeta Samuel llegara para ofrecer el holocausto, tal como Dios lo había mandado. Mientras esperaban, los hombres de Saúl se llenaron de miedo y comenzaron a desertar; por tanto, el rey tomó medidas y decidió hacer él mismo la ofrenda. Pudo haber pensado: Esto tiene que hacerse pronto. Así que, ¿por qué no puedo hacerlo yo? No vio la necesidad de obedecer la orden divina al pie de la letra. Dios vio esto como un grave acto de rebelión que tenía que ser castigado: el reinado de Saúl no permanecería. Dios nombraría un día a alguien para que fuera el gobernante, en vez de serlo un descendiente de Saúl. Imaginemos la reacción de Saúl al oír que el reino no le pertenecería a sus hijos.
En la guerra con los amalecitas, el rey Saúl no cumplió totalmente, una vez más, las instrucciones. Cuando Samuel lo confrontó por su falta, mintió diciendo que sí había obedecido, pero después trató de justificar su desobediencia. Su testarudo corazón contristó al Señor, y esto le trajo más castigo: el rechazo de Dios (1 Samuel 15:10-11 y 26: “10 Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11 Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. 26 Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.”
Creo que Saúl se volvió un amargado cuando supo que su desobediencia le costaría el reino. Asegúrese de llevar de inmediato al Señor su ira y sus amarguras. Derrámelas delante de él, y pídale que le ayude a dejar que se marchen. Porque de eso dependerá su salud espiritual.
Esperando que esta ponderosa palabra ayude a tu vida a reconocer y saber cuando Dios nos da una orden y no queremos esperar a que el haga en nosotros conforme a su voluntad, que tengas un hermoso dia lleno de la paz y el amor del Señor que Dios te bendiga. Celestial Services 707 © Todos Los Derechos Reservados 2009.
Que Dios te bendiga en esta maravillosa mañana del lunes, como de costumbre le doy las gracias al Padre por su amor y su misericordia.
La amargura nunca es la respuesta correcta de un hijo de Dios, porque ella envenena la mente, las emociones y el espíritu. ¿Cuándo echó raíces esta actitud de resentimiento en el rey Saúl? Veamos dos hechos en su vida que nos ofrecen una pista. Saúl no podía ir a la batalla hasta que el profeta Samuel llegara para ofrecer el holocausto, tal como Dios lo había mandado. Mientras esperaban, los hombres de Saúl se llenaron de miedo y comenzaron a desertar; por tanto, el rey tomó medidas y decidió hacer él mismo la ofrenda. Pudo haber pensado: Esto tiene que hacerse pronto. Así que, ¿por qué no puedo hacerlo yo? No vio la necesidad de obedecer la orden divina al pie de la letra. Dios vio esto como un grave acto de rebelión que tenía que ser castigado: el reinado de Saúl no permanecería. Dios nombraría un día a alguien para que fuera el gobernante, en vez de serlo un descendiente de Saúl. Imaginemos la reacción de Saúl al oír que el reino no le pertenecería a sus hijos.
En la guerra con los amalecitas, el rey Saúl no cumplió totalmente, una vez más, las instrucciones. Cuando Samuel lo confrontó por su falta, mintió diciendo que sí había obedecido, pero después trató de justificar su desobediencia. Su testarudo corazón contristó al Señor, y esto le trajo más castigo: el rechazo de Dios (1 Samuel 15:10-11 y 26: “10 Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11 Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. 26 Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.”
Creo que Saúl se volvió un amargado cuando supo que su desobediencia le costaría el reino. Asegúrese de llevar de inmediato al Señor su ira y sus amarguras. Derrámelas delante de él, y pídale que le ayude a dejar que se marchen. Porque de eso dependerá su salud espiritual.
Esperando que esta ponderosa palabra ayude a tu vida a reconocer y saber cuando Dios nos da una orden y no queremos esperar a que el haga en nosotros conforme a su voluntad, que tengas un hermoso dia lleno de la paz y el amor del Señor que Dios te bendiga. Celestial Services 707 © Todos Los Derechos Reservados 2009.
1 comentario:
¡Gracias por compartir esta reflexión! Muchas bendiciones.
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