La palabra de hoy se encuentra en 1 Pedro 4:10:
“10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios".
Que Dios te bendiga en esta maravillosa mañana, como de costumbre le doy las gracias al Padre por su amor y su misericordia.
Cuando vamos a las Escrituras aprendemos que Dios otorga dones entiéndase un regalo inmerecido en materia espiritual a cada uno de los creyentes, con el propósito de que puedan ejercer su ministerio al interior y exterior de la iglesia, edificando a los demás en la fe. Estos dones no se alcanzan por méritos propios, capacitación teológica o tras escalar determinados peldaños en la vivencia de Cristo, sino como una gracia de nuestro amado Padre.
Es necesario que diferenciemos los dones de los talentos. En primer lugar son provistos por Dios desde el ámbito espiritual aunque ejercen influencia en el plano material, y en segundos lugar son el conjunto de características y habilidades en un creyente, que le permiten ser instrumentos útiles en el reino de Dios. Son materiales, tienen aplicación en el mundo material aunque con ellos se puede influenciar positivamente en el mundo espiritual.
Se adquiere un don esencialmente por fe. Y son para ministrar al pueblo de Dios. Aquél que hace buen uso de los dones es a quien llamamos ministro. Usted como creyente, ahora que está activo sirviendo al Señor en su iglesia o se prepara para ello, es un ministro. ¿Por qué se le llama ministro? Porque ministra la multiforme gracias de Dios a su pueblo. Es de suma importancia que tengas en cuenta que hay que poner los dones al servicio de la iglesia no importando las situaciones y circunstancias que nos rodeen, si hacemos una lectura cuidadosa del texto de Pablo en Romanos 12:4-8 y leemos minuciosamente el versículo 6 que nos dice:"Pero Dios en su generoso amor le ha dado a cada uno dones diferentes" y en 1Corintios 12:8-10 nos complementa el asunto y nos dice: "Todo lo hace un solo Espíritu y él decide lo que le da a cada cual". Debemos Observar que es Dios quien dispone de qué manera nos dota con los dones. No es por nuestra condición o bajo la pretensión de presionar a Dios. Él lo hace en su misericordiosa e infinita voluntad.
Cuando Dios nos concede unos dones específicos conforme nos vaya a utilizar en la obra del reino como nos dice Efesios 4:11. "Cristo mismo le dio dones a la gente: a unos, el don de ser apóstoles; a otros el ser profetas; a otros el de anunciar las buenas noticias; y a otros el de ser pastores y maestros." Cuando se produce la manifestación de tales dones, es para que seas siervo fiel y útil en la iglesia, como nos dice el apóstol Pablo en Efesios 4:12-13: "Él dio esos dones para preparar a su pueblo santo para el trabajo de servir al cuerpo de Cristo. Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios. Debemos seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección"
No podemos quedarnos quietos, debemos estar activos, lo que Dios espera de nosotros cuando le servimos en su obra es una completa actividad para su Iglesia. Es importante aquí que recordemos el origen griego de la palabra "don". Significa "carisma". Lo interpretamos en nuestro contexto como una gracia, facultad milagrosa o un favor especial. Es sin duda algo que nosotros los creyentes no merecemos ni podemos obtener por nuestras propias fuerzas. En la Biblia aprendemos que recibimos el sello del Espíritu Santo cuando recibimos la Salvación en el Señor Jesús. Y, es el texto sagrado el que nos dice que el Espíritu Santo se manifiesta en el cristiano con los dones como cita 1 Corintios 12:7: "El Espíritu se muestra de manera diferente en cada uno para beneficio de todos".
En la Biblia hemos visto y aprendido que cada creyente tiene como mínimo un don, es necesario identificarlo y usarlo para el cuerpo de Cristo. En Romanos 12:1-3, nos dice que es esencial que cumplamos con los deberes que nos asisten como discípulo del Señor Jesús. Nuestra vida es el sacrificio vivo a Dios. Debemos agradarle con nuestro andar, y cómo debemos hacerlo, mediante una estrecha dependencia de Él. No con nuestras fuerzas sino en las de Él. Es necesario que se produzca una transformación en nuestra forma de pensar y de actuar, que son los pilares de una vida de testimonio cristiano. Pídele a Dios en oración que te muestre el don con el cual has sido bendecido y la forma como vas a utilizarlo en la extensión del reino.
Deseando que Dios te brinde hoy el mejor de los días y te permite ver que Don te ha regalado, que Dios te bendiga. Celestial Services 707 © Todos Los Derechos Reservados 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario