La palabra de hoy se encuentra en Hechos 10:3-5:
“3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 5 Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.”
Que Dios te bendiga en este día tan hermoso que Dios nos ha regalado, en esta mañana del lunes comienzo de una nueva semana en donde declaro que será de gran bendición a nuestras vidas y como siempre le doy las gracias al Padre por su amor y su misericordia.
En la palabra de hoy tomé esta porción de la Biblia para hablar de oración, y en esta palabra me referimos a una relación de emisor a receptor en la cual el emisor somos usted y yo, y el receptor en nuestro Padre Celestial. Igual, hay momentos en los cuales la relación se invierte y son aquellos en los que Dios nos habla al corazón.
Cuando oramos, tocamos las fibras más sensibles del corazón del amado Señor Padre. Hace siglos Él dio una solución a Su pueblo en momentos en los que, fruto del pecado y el distanciamiento del camino, enfrentaran sequía, enfermedad y pérdidas de sus cosechas. Él dijo en 2 Crónicas 7:13-14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Es sorprendente esta declaración bíblica porque nos presenta la forma como la dimensión material, en la cual nos movemos, puede verse afectada positiva o negativamente a través de la oración. La oración se convierte en una fuerza poderosa que derriba muros cuando pasamos tiempo en el secreto de Dios.
Esto nos ayuda a entender que la oración libera poder de Dios. El secreto estriba en pasar tiempo en la presencia de Aquél que todo lo puede, con una actitud sincera, sin frases rimbombantes sino las que salen de lo más profundo de nuestro ser, de nuestro corazón, como alguien que habla con Su mejor amigo, Padre y Dios.
Pasemos más tiempo en oración con aquel que nos sostiene, pasemos más tiempo en comunión con aquel que nos dio la vida. Y esperando que aprendamos a ver la oración como un vehículo de comunicación con el Padre Eterno, que Dios te bendiga y que tengas hoy el mejor de los días y que nuestro Padre Celestial nos brinde una maravillosa semana llena de bendiciones, que tengas un lindo día. Celestial Services 707 © Todos Los Derechos Reservados 2007.
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