jueves, marzo 08, 2012

La Fe:

Dios les bendiga hace mucho que no escribo aquí en esta página y hoy es uno de esos días en las que el Espíritu redarguye en el corazón y te obliga a escribir, el tema que quiero discutir es sobre el creer en Dios, si creer en Dios. Desde que el mundo es mundo o desde que uno existe uno escucha yo creo en Dios y creer en Dios no es lo mismo que creerle a Dios.

Últimamente he conocido muchos cristianos con una serie de problemas, con una serie de situaciones en las que no ponen o no dejan que Dios obre en ellas y luego se preguntan que si Dios en realidad los escucha, pues que puedo decir que Dios siempre nos escucha, pero te estás dejando que Dios obre o estás haciendo las cosas por tus propias fuerzas. Cuando no dejamos que Dios obre en nuestras situaciones ocurren en nuestras vidas, desilusiones, vacio, desesperanza entre otros sentimientos.

Sabemos que debemos dejar que nuestra fe en el Señor se manifieste, debemos dejarnos llevar por los diferentes versículos que tocan el tema de la fe que aparecen en la biblia, como lo dice en Mateo 21: 18-22 “18 por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19 y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 20 viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿cómo es que se secó en seguida la higuera? 21 respondiendo Jesús, les dijo: de cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: quítate y échate en el mar, será hecho. 22 y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Vemos como en esta palabra Jesús les dice a sus discípulos que todo lo que hagamos con fe se hará, será hecho.

En Lucas 8: 43- 48 nos reafirma que la fe de la mujer del flujo de sangre fue la que le ayudo a ser sanada, una mujer que llevaba doce años con una enfermedad la cual gasto todo su dinero pero no hizo que su fe para ser sanada menguara “43 pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 entonces Jesús dijo: ¿quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿quién es el que me ha tocado? 46 pero Jesús dijo: alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. 47 entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48 y él le dijo: hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Lo que debemos aprender de este y muchos más pasajes de la Biblia que discuten el tema de la fe, es que si tenemos fe en Dios y creemos que Él lo puede hacer, conforme a nuestra fe será un hecho. Dejemos que Dios obre en nuestras vidas, dejemos que Dios sea el que tenga el control de todos nuestros asuntos y dejemos que aunque nuestros ojos vean todo lo contrario de lo que esperamos será ejecutado en el tiempo de Dios lo que tanto anhelamos, siempre y cuando sea su santísima voluntad. Bien lo dice en Hebreos 11: 1: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Tengamos la certeza que Dios obrara en nuestras situaciones, que Dios obrara en nuestros problemas, de que Dios haga milagros en nuestras vidas, que Dios tendrá el control de todas y cada una las cosas que en nuestro alrededor ocurran. Confía, cree, espera y deja que Dios opere un milagro en tu vida. Que Dios te bendiga.

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