La palabra de hoy se encuentra en Gálatas 6:1:
“1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”
Que Dios te bendiga en esta tarde tan maravillosa que Dios nos ha regalado, como todos los días le doy las gracias al Padre por su eterno amor y por su inmerecida misericordia.
En la palabra de hoy Jesús le da a los creyentes la tarea de continuar Su obra en la tierra: compartir las buenas nuevas de la gracia salvadora de Dios Padre en Mateo 28:19, nos dice: “19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”. Obedecer este mandato no es fácil cuando nos encontramos con personas cuyo estilo de vida nos resulta desagradable. Siempre nos hace sentir mejor brindar amistad a quienes comparten nuestros valores. Pero un hombre o una mujer que estén perdidos pueden ser llevados a la restauración por medio de un amigo o un conocido cristiano.
Jesús se relacionaba con personas a quienes la sociedad evitaba. Comió con publicanos en Mateo 9:10, nos dice: “10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.” Y en Lucas 19:5 nos informa también: “5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.”, y también nos muestra Su compasivo mensaje de esperanza a una mujer adúltera como nos dice en Juan 4:7-27: “7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. 8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. 9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. 10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? 12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? 13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. 16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. 19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. 21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. 27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?”, Y a todos, tanto discípulos como fariseos, el Señor les dijo como nos informa en Marcos 2:17 les dijo: “17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”
También en Proverbios 29:6 nos dice la palabra: “6 En la transgresión del hombre malo hay lazo; Mas el justo cantará y se alegrará.”, el pecado es comparado con un lazo que atrapa a sus víctimas. Con la desesperación y la confusión como sus compañeros constantes, el cautivo no conoce el camino que puede llevarlo a la libertad. Pero los creyentes sí lo conocen, saben cuál es. Debemos compartir el mensaje como hacía Jesús y como nos relata el verso que hoy engalana nuestra palabra de hoy.
La palabra griega traducida como “restaurar” se refiere a la colocación de los huesos, un proceso muy doloroso. Por tanto, debemos decir tiernamente a hombres y mujeres que Dios les perdona, que Él es misericordioso con los pecadores, y que podrán tener la ayuda del Espíritu Santo para vencer las tentaciones. Si Jesús estuviera hoy en la tierra, estaría ayudando a los necesitados, a los viciosos y a los maltratados. Que Dios te permita tener una maravillosa tarde llena de su paz y amor y que Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti. Celestial Services 707 © Todos Los Derechos Reservados 2009.
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